
02/09/2025 l Obra pública
La metamorfosis en la lógica de inversión pública es global. Países como Alemania, Corea del Sur y Estados Unidos han liderado la inversión en infraestructuras de co-creación, reportando un retorno promedio sobre la inversión (ROI) del 3.5 a 1 en términos de PBI generado por cada dólar invertido en infraestructura y personal especializado, según un estudio de la OCDE de 2023. La Unión Europea, a través de programas como Horizon Europe, ha destinado más de 1.5 mil millones de euros en la última década a la consolidación de redes de fablabs y centros de prototipado accesibles. Uruguay, si bien con menor escala, emula estas estrategias, enfocándose en la capitalización del talento local y la aceleración de proyectos con potencial exportador. La infraestructura física de estos centros, diseñada bajo principios de modularidad y escalabilidad, se traduce en activos depreciables con una alta capacidad de reconversión, minimizando el riesgo de obsolescencia. Estos nodos no solo facilitan el prototipado rápido y la fabricación aditiva para PyMEs, reduciendo barreras de entrada al mercado, sino que también actúan como plataformas para la formación de capital humano en habilidades de manufactura digital avanzada, un activo intangible de valor incalculable para la competitividad futura.
La existencia de estos centros es un factor creciente en la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) orientada a la tecnología, ya que señalan un ecosistema propicio para el desarrollo y la innovación. Asimismo, fomentan la diversificación de la matriz exportadora, migrando de commodities a bienes y servicios de alto valor añadido. La articulación entre la infraestructura física, el equipamiento de vanguardia (impresión 3D de metales, corte láser, microcontroladores, etc.) y la gestión de comunidades de usuarios, posiciona a estos centros como pilares de una estrategia financiera de largo aliento, donde el gasto inicial se transforma en un multiplicador de riqueza y resiliencia económica nacional. La visión de “Arquitecturar” es clara: la obra pública del mañana no solo construye espacios, sino que edifica futuros económicos sostenibles.