
La **protección contra agentes externos** es el segundo frente. La salinidad del ambiente marino es una fuerza corrosiva implacable. Materiales como el PVC de alta calidad, aluminio anodizado, maderas con tratamientos especiales (autoclave) y sistemas de doble o triple vidrio hermético son fundamentales para aberturas. Para la envolvente, se prefieren revestimientos exteriores de bajo mantenimiento y alta resistencia a la intemperie, como fibrocemento con recubrimientos cerámicos, porcelanatos técnicos o sistemas de fachadas ventiladas que protegen de la humedad y optimizan la inercia térmica. La selección de pinturas y selladores debe enfocarse en productos elastoméricos y de poliuretano, formulados para resistir la radiación UV y la agresividad salina.
Las **instalaciones** requieren una planificación especial. El suministro de agua potable puede ser un desafío, planteando la viabilidad de sistemas de ósmosis inversa o la captación y tratamiento de agua de lluvia. La red eléctrica, por su parte, debe incluir protecciones robustas contra sobretensiones y un cableado diseñado para resistir la corrosión y la humedad. En cuanto al saneamiento, las fosas sépticas biodigestoras o sistemas de tratamiento de aguas residuales in situ son comunes si no hay conexión a redes, siempre respetando la delicadeza del ecosistema costero.
Finalmente, el **marco normativo y la planificación a largo plazo** son ineludibles. Cada jurisdicción costera posee regulaciones específicas sobre retiros de línea de ribera, alturas máximas, densidad constructiva y mitigación de impacto ambiental. Es vital realizar estudios geotécnicos y oceanográficos detallados. La creciente preocupación global por el cambio climático y la elevación del nivel del mar (proyecciones del IPCC) está llevando a muchos países a endurecer las regulaciones sobre la construcción en zonas costeras, requiriendo una visión prospectiva y adaptabilidad. Considerar la variabilidad climática futura y diseñar con resiliencia es hoy más que nunca una inversión inteligente, no un gasto adicional.