
Durante décadas, el revoque fue el rey indiscutible. La mezcla de cal y arena, luego cemento, ha sido la solución por excelencia, adaptándose a cualquier forma y color. Su prevalencia histórica es innegable; tan solo hace 20 años, se estimaba que más del 70% de las nuevas construcciones residenciales y comerciales utilizaban algún tipo de revoque. Hoy, aunque su reinado ha sido desafiado, sigue siendo un jugador fundamental. Los revoques acrílicos y texturados han revitalizado su presencia, ofreciendo mayor flexibilidad, menor mantenimiento y una paleta de colores casi ilimitada. Es común verlos en el 45% de las obras actuales, especialmente en vivienda unifamiliar, reformas y edificaciones de menor porte, valorados por su versatilidad y costo-efectividad. Son el lienzo básico de muchos de nuestros barrios, desde las casas chorizo de principios de siglo hasta los desarrollos urbanos más recientes.
La piedra, tanto natural como artificial, también ha tenido su propio camino. Si bien el granito o la laja siempre aportaron un toque de distinción y solidez —evidentes en edificios emblemáticos del Centro de Montevideo o en residencias premium de Punta del Este—, su alto costo y peso limitaron su uso masivo. Sin embargo, la irrupción de enchapes de piedra y paneles que emulan su textura y apariencia ha democratizado este noble material. Ahora, podemos disfrutar de la estética robusta de la piedra sin la complejidad de su instalación ni la carga estructural, una opción que ha crecido para representar cerca del 15% de los revestimientos utilizados en fachadas de alto valor y acentos decorativos, aportando calidez y una conexión con lo telúrico que tanto valoramos en nuestra cultura.
Finalmente, los paneles. Aquí es donde la arquitectura uruguaya realmente abraza el futuro. Paneles compuestos de aluminio (ACM), paneles de fibrocemento de alta densidad con acabados especializados, laminados de alta presión (HPL) o incluso paneles fotovoltaicos integrados, están redefiniendo la imagen de nuestros edificios más audaces. Su capacidad para crear superficies lisas y continuas, su eficiencia térmica y acústica, y la libertad de diseño que ofrecen, los hacen ideales para edificios corporativos, centros comerciales y proyectos residenciales de vanguardia. Aunque todavía representan una porción más pequeña del mercado, aproximadamente entre el 10% y el 15%, su impacto visual es inmenso y su crecimiento constante. Son la ‘piel inteligente’ que le habla al siglo XXI.
Mirando el panorama completo, la elección del revestimiento exterior en Uruguay se ha vuelto un proceso complejo y emocionante. Ya no se trata solo de proteger del clima, sino de diseñar con visión: combinar durabilidad con estética, tradición con vanguardia, y eficiencia con identidad. La mezcla de revoques renovados, la calidez de la piedra (real o simulada), la practicidad del *siding* y la modernidad de los paneles, nos brinda un abanico de posibilidades sin precedentes. Este 2025, nuestras fachadas son verdaderos laboratorios de expresión, donde cada arquitecto y constructor tiene la oportunidad de dejar una marca distintiva, vistiendo a Uruguay con capas de historia, funcionalidad y un innegable espíritu innovador. El futuro de nuestras ciudades se construye, literalmente, desde afuera hacia adentro.