
Desde la perspectiva de 2025, la radiografía sectorial revela que la agenda para las estaciones metropolitanas en Argentina se enfoca en tres ejes principales: la incorporación de tecnología inteligente, la maximización de la multimodalidad y la integración urbanística. En el ámbito tecnológico, se observa un interés creciente en sistemas de monitoreo de flujo de pasajeros mediante IoT, pantallas de información en tiempo real dinámicas y soluciones de seguridad predictiva. Esto se complementa con la digitalización de servicios y la optimización de la eficiencia energética de las instalaciones.
En cuanto a la multimodalidad, si bien se han logrado avances en la interconexión de trenes con líneas de colectivos y subtes en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el desafío pendiente reside en una integración más fluida y en la adopción masiva de micro-movilidad. La provisión de bicicleteros seguros, puntos de carga para vehículos eléctricos y áreas designadas para servicios de ride-sharing son aspectos donde la implementación aún es dispar. Según informes recientes del Centro de Estudios de Transporte Urbano (CETU), solo un 35% de las principales estaciones metropolitanas del país cuenta con una integración multimodal de alta calidad en 2024.
Finalmente, la integración urbanística presenta la mayor complejidad y potencial. Pensar las estaciones como polos de desarrollo que revitalicen su entorno implica una coordinación público-privada robusta, incentivos para la inversión y marcos regulatorios que permitan proyectos de uso mixto. Aunque se han modernizado fachadas y andenes en varias líneas (como la electrificación de algunos tramos de la Línea Roca o las mejoras en estaciones de las líneas San Martín y Belgrano Sur), la concepción de las estaciones como generadores de actividad económica y social en su periferia aún está en una fase incipiente, lejos de los ejemplos globales que han logrado transformar el valor del suelo circundante. La adopción de estas tendencias futuras es crucial para que las estaciones de trenes metropolitanos argentinas trasciendan su función operativa y se consoliden como auténticos centros neurálgicos de las ciudades.